“Luego de apenas cinco meses de gestión del triunvirato (que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña), lamentablemente el MASA no se equivocó. El tablero sindical está disperso, la pérdida de empleo es demasiado significativa y nadie lleva adelante propuestas claras”, puntualizó Sasia.
El dirigente sindical ejemplificó, señalando que de impulsar en su momento una Ley de Emergencia Ocupacional -vetada por el Ejecutivo- y “no tener respuestas ante esa decisión, la CGT firmó en noviembre un pacto antidespidos que fue violado ese mismo día”.
El gremialista del MASA, que reúne a más de cinco decenas de sindicatos -entre ellos mecánicos, legislativos, petroleros, telefónicos y Luz y Fuerza, además de ferroviarios y taxistas, entre otros-, dijo que “el impuesto a las ganancias, la obra pública, las importaciones y el trabajo informal son temas centrales no asumidos como verdaderamente trascendentes al trasladar al debate una propuesta sindical muy concreta”.
“De ese modo, se llegó hoy a un escenario complicado. Se habla seguido de flexibilizar el empleo, pero en primer término se impone sostener la defensa del modelo sindical. Los convenios colectivos de trabajo deben ser respetados. Estoy de acuerdo con la modernización convencional, aunque sin resignar nada de lo logrado ni atentar contra las condiciones laborales”, puntualizó.
Para Sasia, el avance tecnológico obliga a incorporar nuevos aspectos en las normas convencionales, por lo que “es fundamental apuntar desde el sindicato a la formación profesional y a la continua y permanente capacitación como eje p
Al referirse a las paritarias, Sasia afirmó que ese instrumento “es propio de cada sindicato o actividad y, en ese sentido, allí la CGT no cumple un rol directo”, aunque juzgó como “un error vital” de la central obrera el hecho de no haber adoptado la estructura del Consejo del Salario Mínimo,Vital y Móvil como herramienta para “marcar la cancha” y determinar “el porcentaje de mejoras salariales que debe discutir el mundo laboral”.
“Ese debe ser el ámbito. Es imposible aceptar -como ocurre ahora- que el haber mínimo sea de 8.080 pesos y que el ingreso para que una familia tipo -según el propio Indec- no esté bajo la línea de pobreza se ubique ya en 13.000 pesos. Algo está mal”, puntualizó.
El dirigente gremial sostuvo que otros desafíos gremiales para este año serán “el combate contra el trabajo no registrado -proponiendo al Estado un proyecto del movimiento obrero-, la defensa de la industria nacional, la corrección de la situación de los jubilados -tema muy sensible y casi olvidado-, la mejora de la salud y la educación, la optimización del sistema de transporte y soluciones indispensables al crítico problema energético”.
“El MASA continuará levantando esas banderas y trabajará seriamente para lograr una conducción de la CGT fuerte y unida, como anheló siempre el general Juan Perón”, concluyó Sasia.
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