Andamios y mediasombras rodean al imponente edificio de la terminal ferroviaria de Constitución. Es que avanza una obra de puesta en valor, no sólo para recuperar su fachada, ensombrecida desde hacía algún tiempo, sino para rejuvenecer el hall, la zona de andenes y las galerías subterráneas que permiten la combinación del tren Roca con la línea C del subte.
Medio millón de personas utilizan a diario esa terminal y pese al ritmo vertiginoso de la rutina algunas se detienen para recordar el estado en que se encontraba el lugar antes de que comenzaran las obras meses atrás. Como Juan Carlos Bravo, que le dijo a LA NACION: “Había ventanas rotas y adentro era lúgubre, faltaba luz”.
Con una inversión de $ 477 millones, el Ministerio de Transporte de la Nación, a través de la operadora Trenes Argentinos, está poniendo en valor la centenaria estación de trenes de Constitución.
La fachada que da hacia la avenida Brasil, así como las del ingreso sobre la avenida Hornos y Lima, comenzó a ser restaurada. “Tenía severos daños por el colapso de caños pluviales, por filtraciones”, cuenta a LA NACION Luis María Gorodner, especialista en restauración y representante de Riva S.A., la empresa a cargo de toda la obra. A medida que las tareas avanzan, por ejemplo, se desarman las mansardas (ventanas sobre el techo que permiten que entre la luz) para reponerlas en condiciones y se reponen las piezas de mármol de Carrara de los alféizares (parte baja de las ventanas).
“La mitad del hall central ya fue recuperado”, dice Gorodner, orgulloso de participar de este proyecto de recuperación del patrimonio “que le devuelve la dignidad a ese espacio histórico”. Parte de los muros (símil piedra Paris), ornamentos, objetos de carpintería y vidrios ya lucen renovados.
Un trabajo delicado y monumental
Gorodner está al frente de un equipo de 150 personas, entre restauradores y artesanos, que trabaja al detalle. Previo a cada tarea en particular se realiza un análisis estratigráfico: con un bisturí como herramienta se levanta cuadro por cuadro del revestimiento de un muro, por ejemplo, para llegar a la base original y luego, tras un estudio en laboratorio, conocer los materiales de la composición original. Recién entonces se establece el protocolo de recuperación que se aplicará y se prevén las tareas para intervenir las rajaduras.
“Sacamos kilos y kilos de telas de araña y de suciedad que estaban adheridas a las paredes del hall”, dijo el especialista. Ya se repararon ornamentos rotos para los que fue necesario crear moldes de silicona para recrear las figuras.
Además de las paredes, también se reacondicionará el suelo del hall. Se instalará iluminación LED, habrá nuevas pantallas con información sobre los horarios de los servicios de trenes y mejorados sanitarios. Las boleterías históricas también se están refaccionando. A la planta baja de la terminal se sumará una nueva batería de baños.
Se están cambiando los paneles de vidrio que lo recubren por otros laminados de seguridad traslúcidos, tanto en los laterales como en la cúpula, lo que mejora la iluminación natural, informaron desde Transporte. Las dos esculturas del antiguo ingreso a la terminal conocido como “Patio de los Leones”, ubicado sobre la avenida Brasil, serán restauradas. “Estamos en la etapa de análisis. Son dos figuras que estaban cubiertas”, contó el restaurador Gorodner. Dijo que el cielorraso de ese histórico espacio “está severamente dañado”.
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