miércoles, 13 de septiembre de 2017

Por dónde va el soterramiento del #TrenSarmiento

Si sos vecino de Haedo o un curioso más –como quien escribe estas líneas- que desde el tren se ponía en puntas de pie para ver más allá de la tapia que cubre los avances que se preguntó siempre “¿Por dónde va?”, te contamos que, al día de la fecha se han perforado 1.579 metros, es decir, que la perforación habría alcanzado las adyacencias del Hospital Interzonal de Agudos Dr. Luis Guemes.
Sí. Después de 10 años y seis anuncios, y con un simbólico accionar de un botón, el pasado 12 de octubre comenzaron, formalmente, las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. En estos 11 meses y a un ritmo de casi 139 metros por mes, se han instalado 9.176 dovelas que son las piezas de hormigón armado que la misma máquina coloca sobre las paredes del túnel bajo la tierra a medida que va avanzando, ensamblándolas para consolidar la forma de tubo o anillo.
Se espera que estas obras concluyan dentro de cinco años con la construcción del túnel de 18 kilómetros de largo por donde circulará el Sarmiento beneficiando a los más de 200.000 pasajeros. La obra también mejorará la seguridad vial y el tránsito al eliminar 51 cruces donde hoy hay barreras, por los que pasan unos 20.000 vehículos por día y llegan a generarse demoras de hasta 20 o 30 minutos.
Mientras tanto, en Ciudadela finalizaron las obras de cateos, que son los estudios de ingeniería para estudiar los suelos que permiten detectar la posible presencia de interferencias con los trabajos subterráneos. En Ramos Mejía, se están desarrollando trabajos de excavación y depresión de la napa, entre otras obras.
El proyecto del soterramiento incluye la perforación y el armado del túnel a 22 metros de profundidad, la construcción de ocho nuevas estaciones subterráneas con vías nuevas, sistemas eléctricos y de señalamiento. También se harán 35 cruces en los tramos donde el tren seguirá funcionando en superficie.
Con la obra terminada, los pasajeros del tren podrán ahorrar hasta 15 minutos de viaje reduciendo a la mitad la espera entre un tren y otro: de 10 minutos a entre 5 y 6, con capacidad de bajarlas incluso hasta 3 minutos en hora pico.
La obra también tendrá un impacto urbanístico transformador en las localidades de Ciudadela, Ramos Mejía, Villa Sarmiento, Haedo, Morón, Castelar, Ituzaingo, San Antonio de Padua, Merlo, Moreno y el oeste de la Ciudad de Buenos Aires, ya que volverá a integrar a las ciudades y barrios que hoy están divididos por el tren.

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