Tras una negociación hermética, el Sindicato de Empleados de
Comercio (SEC), que representa a más de un millón de trabajadores en
todo el país, está cerrando en estos momentos, con las cámaras del
sector, un acuerdo salarial del 20% de recomposición anual.
El incremento será por semestre. Una suba de 10% a partir de abril y
el porcentaje restante en julio. Además, contempla una “cláusula
gatillo” de revisión en octubre y en enero de 2018 en caso de que la
inflación supere el 20 por ciento.
El convenio se firma entre el titular del gremio Armando Cavalieri, y los representantes empresariales Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), y Osvaldo Cornide, de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME).
Además lo rubricarán en el Ministerio de Trabajo frente al titular de la cartera, Jorge Triaca, en lo que es toda una señal de reconciliación de un pope cegetista con la gestión de Mauricio Macri.
De esta manera, el Gobierno avala un aumento “un par de puntitos” por encima del “techo” del 18% que había promovido desde principio de año y que generó tanto malestar entre los sindicatos.
Se trató de uno de los principales reclamos que la CGT expresó en la masiva movilización de hace dos semanas.
La Casa Rosada eligió a un dirigente gremial “aliado” para poner paños fríos en la tensa relación que ahora mantiene con la central obrera. Cavalieri es uno de los dirigentes que se opuso internamente al paro que convocó la CGT para el 6 de abril.
El convenio se firma entre el titular del gremio Armando Cavalieri, y los representantes empresariales Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), y Osvaldo Cornide, de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME).
Además lo rubricarán en el Ministerio de Trabajo frente al titular de la cartera, Jorge Triaca, en lo que es toda una señal de reconciliación de un pope cegetista con la gestión de Mauricio Macri.
De esta manera, el Gobierno avala un aumento “un par de puntitos” por encima del “techo” del 18% que había promovido desde principio de año y que generó tanto malestar entre los sindicatos.
Se trató de uno de los principales reclamos que la CGT expresó en la masiva movilización de hace dos semanas.
La Casa Rosada eligió a un dirigente gremial “aliado” para poner paños fríos en la tensa relación que ahora mantiene con la central obrera. Cavalieri es uno de los dirigentes que se opuso internamente al paro que convocó la CGT para el 6 de abril.
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