sábado, 18 de marzo de 2017

El agua dejó inutilizables los rieles del tren que conecta Retiro con Rufino

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, encabezó este lunes junto con los gobernadores de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; de Santa Fe, Miguel Lifschitz; y de Córdoba, Juan Schiaretti una reunión del Consejo de Gobierno de la Cuenca la laguna La Picasa con el objetivo de avanzar en obras que eviten inundaciones y el reacondicionamiento de la ruta nacional 7, entre otros puntos.
Sin embargo desde el Comité de Cuenca no se mostraron del todo contentos con los resultados de la reunión.
“No firmaron nada“, resumió, con desesperanza, Juan Carlos Duhalde, presidente de Comité de Cuenca de La Picasa, tras el encuentro de los gobernadores de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, junto al ministro del Interior, Rogelio Figerio para avanzar en acciones que permitan descomprimir el agua de la laguna que amenaza con destruir los terraplenes de la Ruta Nacional 7 y las vías del Ferrocarril San Martín.
“Más allá de las buenas intenciones, la reunión terminó en cuarto intermedio y se espera que sean los ministros de cada distrito los que logren suscribir los acuerdos para intentar mejorar el estado de cosas actual“, amplió Duhalde, en diálogo con Vía Rosario, intentando hace un balance de las negociaciones que entablaron Lifschitz, Schiaretti y Vidal ene la Capital Federal.
Precisamente, el estado de cosas actual, indica que las aguas han dejado inutilizados los rieles del tren de cargas y pasajeros que conectaba Retiro con Rufino. En las últimas horas, trascendieron fotos que muestran el deterioro producido por el oleaje en pocas semanas, socavando el pedraplen y ocasionando que los durmientes en el aire.
“Por ahí no puede pasar ninguna formación. Ni sabemos cuándo podrá correr de nuevo un tren en La Picasa”, expresó. Satisfechos por la repercusión que en la prensa ha tenido el corte de la Ruta 7, en el extremo sur santafesino, insisten en que el mayor perjuicio se da en el sector productivo, con miles de hectáreas fértiles ahora anegadas.
En este sentido, Duhalde insistió en el pedido para construir un canal aliviador, que llevaría más agua a la provincia de Buenos Aires vía el Salado. “Estaban muy cerca de avanzar en la autorización, pero Buenos Aires volvió a expresar sus reparos y negó el permiso de la obra”, dijo Duhalde, y ratificó los trascendidos: “Lifschitz fue enfático hasta con enojo, amenazó con encarar la obra a pesar de la negativa bonaerense”

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