Acuerdo multimillonario con China para la reparación del ferrocarril que une Buenos Aires y Mendoza

La visita de Estado del presidente Mauricio Macri a China derivó en la firma de acuerdos para que se ejecuten obras por más de 15.000 millones de dólares en Argentina, según confirmaron voceros oficiales el miércoles, tras el encuentro del primer mandatario con el presidente chino, Xi Jinping.Macri busca que China, dueño de una de las economías más poderosas del planeta, apueste a invertir en nuestro país, mediante obras que el Estado Nacional no puede afrontar por sí mismo. El grueso de los fondos que desembolsarán los chinos, será destinado a la construcción de dos plantas nucleares, una en Atucha (Zárate, Buenos Aires) y la otra en Río Negro. Además también prevé una planta productora de energía solar en Jujuy.
Pero para nuestra región, sin dudas, lo más importante es la recuperación del ferrocarril General San Martín, tal como anunciamos en nuestro principal título del martes. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, había adelantado que iban a destinarse 2.000 millones de dólares para renovar la totalidad de las vías que unen Buenos Aires y Mendoza, lo que ha sido refrendado mediante la firma de acuerdos en Beijing.
Ahora, lo importante es determinar cómo se ejecutará este plan de inversiones que respaldará China y cuáles serán las obras a realizar. Si los trabajos son como afirman desde la Nación, corresponde la reparación del ramal principal y secundario del ferrocarril San Martín, y si es así, se deberán recuperar las vías que van desde Monte Comán hasta Bardas Blancas, en el sur provincial. Entre medio de esos puntos, se encuentra la ciudad de San Rafael, parajes de El Nihuil y El Sosneado, y la ciudad de Malargüe.
En principio, revelaron actores cercanos al Gobierno, el objetivo es recuperar el ferrocarril San Martín para consolidar el servicio de trenes de carga. Pero los más optimistas no descartan, en un futuro, generar acciones necesarias para que el transporte de pasajeros vuelva a ser una realidad. Cuesta imaginar, después de tantos años de despojo y desidia del Estado ante el desmantelamiento de los ramales ferroviarios, que todo vuelva a ser como alguna vez fue.