lunes, 19 de junio de 2017
Plan para integrar los asentamientos con un tren urbano
Mientras el gobierno municipal espera la llegada del metrobús, prometido por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal, y el 3 de julio volverá a funcionar el ferrocarril entre Buenos Aires y Mar del Plata, el reconocido arquitecto Jorge Jáuregui propuso un tren urbano que ayude a integrar los asentamientos con lo que él denomina la ciudad “formal”.
Para eso, promueve el uso de los ramales férreos en desuso para conectar la zona norte con Batán y el Puerto. El objetivo central no es la creación de un nuevo medio de transporte público en sí mismo, sino la urbanización de dos asentamientos históricos de la ciudad: Villa Evita y Villa Vértiz. La idea es que en cada parada del tren se definan usos y actividades acordes a las necesidades de cada barrio.
El proyecto fue presentado la semana pasada en el Museo MAR por el propio Jáuregui, quien se desempeñó en la urbanización de favelas en Río de Janeiro. Llegó convocado por el dirigente de Acción Marplatense Marcelo Artime, ex funcionario municipal con el que ya había recorrido la ciudad unos años atrás.
“Jorge siempre mostró interés por Mar del Plata. La primera vez que lo invité fue hace tres años. En ese momento, era la primera vez que venía y fuimos a caminar por Villa Evita, recorrimos toda la traza del ferrocarril, tuvimos una reunión con vecinos en la escuela 19”, recuerda Artime, que al margen de su vínculo por los cargos que ocupó en el anterior gobierno local lo une con Jáuregui la profesión. “Después viajé a Río y tuve la oportunidad de conocer con él muchas de las intervenciones que había hecho. No es lo mismo escucharlas en una charla que verlas personalmente”, apunta.
“Ahora nos parece que es un momento propicio para tener una referencia y un padrinazgo de la talla de Jorge Jáuregui para una intervención urbana importante en Mar del Plata, que nosotros definimos como una intervención relacionada con la seguridad, la movilidad y la inclusión”, agrega el ex funcionario, que ya manifestó sus intenciones de ser candidato a concejal en las elecciones de octubre.
“Fui convocado por Marcelo para ser parte de un equipo que estudiaría esta área problemática de la ciudad, aplicando la metodología que desarrollamos en Río”, cuenta Jáuregui a LA CAPITAL.
El primer concepto de este rosarino que hace más de 30 años dejó la Argentina para afincarse en Brasil es exactamente inverso a la experiencia que tuvo Mar del Plata a mediados de la década pasada, cuando durante el gobierno del radical Daniel Katz se resolvió demoler la Villa de Paso y trasladar a todos sus habitantes a otros barrios. Es decir, “no retirar a la gente del lugar”.
“Hoy en día ?explica el arquitecto? en la mayoría de los países lo que se piensa es urbanizar lo que ya está en el lugar, llevar los atributos de la urbanidad de la ciudad formal a la ciudad informal. ¿Por qué? Porque es mucho más barato que retirar toda la gente del lugar, y además es más justo, porque no hay por qué sacarle su casa a quien la construyó con su esfuerzo propio, económico y físico. En cambio, hay que ayudar a que tengan lo que les falta. Y lo que les falta son las redes infraestructurales, los equipamientos públicos, el espacio público, el mobiliario urbano; es decir, mejores condiciones para vivir bien donde están”.
Ejes
Para Jáuregui, Villa Evita y Villa Vértiz son un ejemplo desde donde se puede pensar “cómo reconectar la ciudad para resolver los problemas de la gente que vive en el lugar y también de los barrios vecinos a través un sistema de transporte” que se complementaría con el colectivo.
Preservar, recuperar e integrar la traza de la vía al ejido urbano. Recuperar espacios ferroviarios degradados dentro de la trama urbana. Constituir o fortalecer ejes de desarrollo, crecimiento y expansión de la ciudad, y fortalecer la idea de centros barriales son los principales ejes del proyecto de Jáuregui para Mar del Plata.
Los otros son revalorizar y mejorar la conectividad de barrios contiguos a las vías, incorporar al proyecto “a aquellos vecinos de asentamientos sobre la traza ferroviaria como parte de la solución, tanto habitacional como de conectividad”, y generar “centralidades barriales” en base a las paradas o estaciones.
Los puntos a vincular serían los barrios de la ruta 2 y el aeropuerto, la estación ferroautomotora, el centro, el complejo universitario, el CEMA, la futura Ciudad Judicial, el campo de deportes, la Casa del Puente, la Facultad de Ingeniería, los barrios del oeste, la Vieja Usina del Puerto, la unidad penitenciaria, el Parque Industrial, Estación Chapadmalal y Batán.
El boceto fue presentado a autoridades de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Plan Estratégico. “Esto es un primer borrador”, asegura Jáuregui, y analiza que “Mar del Plata presenta los mismos problemas que la mayoría de las ciudades latinoamericanas; es decir, tiene partes con urbanidad y partes sin urbanidad, una división entre lo informal y lo formal donde lo informal carece de elementos como para poder vivir bien”.
A su entender, “las estrategias de articulación urbana tienen que buscar conectar la ciudad dividida”. Para eso, el primer paso es ir al terreno de lo que se pretende urbanizar. En palabras de Jáuregui, “eso tiene una lógica, que es la lectura de la estructura del lugar, la escucha de las demandas, el cruzamiento multidisciplinario y la formulación de un esquema urbano”.
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