El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, visitó días atrás la ciudad de Neuquén para poner en marcha el un tramo de la obra del primer Metrobús de la Patagonia.
Ante consultas de la prensa por el futuro del Tren del Valle, el titular de la cartera dijo que “El tren hoy está funcionando, tiene un buen servicio pero es muy importante que no nos desenfoquemos, porque la plata es una y hay que ver hacia dónde se destina”, y enseguida agregó: “La mayoría de la gente anda en colectivos. Acá circulan 80 mil personas por día en colectivo. Para tener dimensión de lo que estamos hablando, […] en un día y medio el colectivo lleva la misma cantidad de gente que el tren en un mes”.
El diagnóstico de Dietrich es coincidente con la política impulsada desde hace años por el gobierno porteño: favorecer al transporte automotor y hacer poco o nada para cambiar una distribución modal favorable al colectivo. La afirmación de que el Tren del Valle mueve pocos pasajeros resulta discutible -en dos años ya transportó a 600 mil pasajeros, por encima de las previsiones originales- y acaso se explique en buena medida por la escasa oferta de servicios, severamente recortada por la gestión de Dietrich: desde diciembre pasado se aplica un diagrama que implicó un recorte de un 20% de los servicios en días hábiles y un 33% los sábados.
Las declaraciones del ministro dejaron en claro que la ampliación del servicio ferroviario, que actualmente une Neuquén y Cipolletti, no es una prioridad para el gobierno nacional, del que depende el tren. Meses atrás el propio Jefe de Gabinete, Marcos Peña, había aclarado que los proyectos de extensión a Plottier y General Roca -contemplados en el Plan Quinquenal de Ferrocarriles Argentinos– estaban cancelados y que el servicio no era “estratégico”. Esto implicó una velada admisión de que no se ejecutarían las partidas presupuestarias que a tal fin habían sido negociadas por un grupo de senadores patagónicos el año pasado.
Las críticas a las expresiones de Dietrich no se hicieron esperar. Desde la Comisión Pro Tren del Valle, Víctor Hugo Urra manifestó: “Rechazamos totalmente que el Ministro de Transporte de Nación diga que el tren de pasajeros no tiene prioridad, cuando en las rutas neuquinas y rionegrinas se muere una persona cada cuatro días”. Federico Hauck, presidente de esa misma comisión, dijo: “Personalmente y en nombre de la comisión creo que el ministro está equivocado, no se ha ubicado en la zona y en la problemática de la zona. […] Necesitamos en forma urgente no seguir matándonos en la ruta. Necesitamos un buen transporte de pasajeros, ese transporte lo tenemos en una vía que no está siendo aprovechada. La vía está, funciona y hay que aprovecharla. No tiene sentido tener un tren de pasajeros entre Cipolletti y Neuquén, cuando lo que necesitamos es tener un tren desde Senillosa a Chichinales”, puntualizó.
La cuestión ferroviaria había quedado en el ojo de la tormenta la semana pasada, luego de que el presidente Macri firmara un polémico decreto en el que autoriza al ministro de Transporte a desafectar y levantar ramales ferroviarios. La medida fue duramente objetada por legisladores patagónicos, entre ellos la senadora Magdalena Odarda (CC ARI, Río Negro) y la diputada María Emilia Soria (FPV, Río Negro), quien presentó en el Congreso una declaración de repudio al decreto 653/17, el que considera que “pone en peligro” al Tren del Valle.
Ante consultas de la prensa por el futuro del Tren del Valle, el titular de la cartera dijo que “El tren hoy está funcionando, tiene un buen servicio pero es muy importante que no nos desenfoquemos, porque la plata es una y hay que ver hacia dónde se destina”, y enseguida agregó: “La mayoría de la gente anda en colectivos. Acá circulan 80 mil personas por día en colectivo. Para tener dimensión de lo que estamos hablando, […] en un día y medio el colectivo lleva la misma cantidad de gente que el tren en un mes”.
El diagnóstico de Dietrich es coincidente con la política impulsada desde hace años por el gobierno porteño: favorecer al transporte automotor y hacer poco o nada para cambiar una distribución modal favorable al colectivo. La afirmación de que el Tren del Valle mueve pocos pasajeros resulta discutible -en dos años ya transportó a 600 mil pasajeros, por encima de las previsiones originales- y acaso se explique en buena medida por la escasa oferta de servicios, severamente recortada por la gestión de Dietrich: desde diciembre pasado se aplica un diagrama que implicó un recorte de un 20% de los servicios en días hábiles y un 33% los sábados.
Las declaraciones del ministro dejaron en claro que la ampliación del servicio ferroviario, que actualmente une Neuquén y Cipolletti, no es una prioridad para el gobierno nacional, del que depende el tren. Meses atrás el propio Jefe de Gabinete, Marcos Peña, había aclarado que los proyectos de extensión a Plottier y General Roca -contemplados en el Plan Quinquenal de Ferrocarriles Argentinos– estaban cancelados y que el servicio no era “estratégico”. Esto implicó una velada admisión de que no se ejecutarían las partidas presupuestarias que a tal fin habían sido negociadas por un grupo de senadores patagónicos el año pasado.
Las críticas a las expresiones de Dietrich no se hicieron esperar. Desde la Comisión Pro Tren del Valle, Víctor Hugo Urra manifestó: “Rechazamos totalmente que el Ministro de Transporte de Nación diga que el tren de pasajeros no tiene prioridad, cuando en las rutas neuquinas y rionegrinas se muere una persona cada cuatro días”. Federico Hauck, presidente de esa misma comisión, dijo: “Personalmente y en nombre de la comisión creo que el ministro está equivocado, no se ha ubicado en la zona y en la problemática de la zona. […] Necesitamos en forma urgente no seguir matándonos en la ruta. Necesitamos un buen transporte de pasajeros, ese transporte lo tenemos en una vía que no está siendo aprovechada. La vía está, funciona y hay que aprovecharla. No tiene sentido tener un tren de pasajeros entre Cipolletti y Neuquén, cuando lo que necesitamos es tener un tren desde Senillosa a Chichinales”, puntualizó.
La cuestión ferroviaria había quedado en el ojo de la tormenta la semana pasada, luego de que el presidente Macri firmara un polémico decreto en el que autoriza al ministro de Transporte a desafectar y levantar ramales ferroviarios. La medida fue duramente objetada por legisladores patagónicos, entre ellos la senadora Magdalena Odarda (CC ARI, Río Negro) y la diputada María Emilia Soria (FPV, Río Negro), quien presentó en el Congreso una declaración de repudio al decreto 653/17, el que considera que “pone en peligro” al Tren del Valle.
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