Hace al menos dos décadas que la ciudad de Córdoba aspira a integrar a la vida urbana las tierras vacantes del ferrocarril Belgrano en Alta Córdoba. En total, son 62,5 hectáreas pericentrales que acumulan décadas de abandono pese a ser las más valiosas de la ciudad. Todo indica que esa situación puede cambiar. Prevén intervenir 45 hectáreas y conservar 17 para uso ferroviario.
La Municipalidad de Córdoba desarrolló y ya presentó a la Nación su Plan Especial de Recuperación Social, Ambiental y Urbanística para los predios ferroviarios de Alta Córdoba.
Estamos hablando de tres sectores diferentes unidos por las vías. En un extremo, el área de 8,5 hectáreas de los viejos talleres de locomotoras que está casi íntegramente usurpada por las villas Los Galpones y La Tribu.
Al medio, las 18,5 hectáreas que rodean a la estación de Alta Córdoba. El proyecto es trasladar la gigantesca playa de operaciones a la zona de Ferreyra y disponer de la mayor parte de esas tierras para un gran parque y desarrollos urbanísticos.
En el otro extremo se encuentran las 35,5 hectáreas del excomplejo Forja, ya en barrio Talleres Oeste. Esas tierras están libres de ocupaciones y poseen numerosos galpones ferroviarios. La propuesta apunta a reciclar la infraestructura y reconvertir todo ese sector para fines socioproductivos, culturales y educativos.
Se trata de un proyecto integral de notable desarrollo técnico, que incluye la intervención de unas 45 hectáreas de las 62 totales. En la propuesta municipal, las 17 hectáreas restantes se conservarían para uso ferroviario, dada la posibilidad de que a futuro puedan operar trenes urbanos o metropolitanos.
La determinación final de cuántas tierras puede “usar” la ciudad y cuántas serán de uso ferroviario exclusivo es el principal punto que debe definir la Nación.
¿Qué planea hacer el municipio? Según explicaron el secretario de Planeamiento e Infraestructura, Omar Gastaldi, y la subsecretaria de Planeamiento, Leticia Gómez, El proyecto se puede definir en cuatro frentes:
Urbanización. Se planea integrar a la trama urbana –es decir, habilitar la construcción– en 13 hectáreas. Una parte importante de esas tierras se destinarán a relocalizar (in situ, por criterio de la Nación) a los habitantes de villas Los Galpones y La Tribu. El resto de las nuevas manzanas serían destinadas a edificaciones y los proyectos que impulse la Nación a través del Procrear. No está definido si tendrán participación los privados en el desarrollo integral del área o si la operación se limitaría a vender a privados las tierras cuando los predios hayan sido sistematizados.
Espacios verdes. Se destinarán a parques, plazas y áreas recreativas unas nueve hectáreas.
Obras viales. El objetivo de que las tierras ferroviarias dejen de representar una barrera urbana es central y unas 17 hectáreas se reservan para nuevas calles y avenidas. Se prevén arterias paralelas a la traza ferroviaria, y la apertura de numerosos pasos en cada uno de los predios, de modo que se vinculen los barrios históricamente separados por las vías: General Paz, Alta Córdoba y San Martín.
Recuperación patrimonial. En los predios hay numerosas construcciones históricas de elevado valor patrimonial. El proyecto incluye la puesta en valor de miles de metros cuadrados y su reutilización.
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