martes, 19 de septiembre de 2017
Provincias siguen reclamando por sus Trenes de pasajeros
La discusión del Presupuesto Nacional y diversos anuncios de la Casa Rosada pusieron en alerta a provincias y municipios, que buscan obras para mejorar el transporte ferroviario y salvar ramales que podrían discontinuarse.
La luz amarilla se encendió primero en agosto, cuando el presidente Mauricio Macri delegó por decreto en su ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la facultad de clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias. Se trató, en principio, de una orden burocrática en relación a instalaciones obsoletas.
En las provincias temen que ese escenario lleve a que se frenen servicios que no se consideran prioritarios para el gobierno nacional. Y una reacción se vio ayer en Chaco, donde el defensor del Pueblo de la provincia, Gustavo Corregido, solicitó a la Justicia Federal la inconstitucionalidad del decreto de Macri. Corregido menciona la Ley 27.132 que declara al transporte en ferrocarril, tanto de pasajeros como de carga, como de interés público nacional. Además, pide con una cautelar que no se levanten vías en Chaco.
También hubo preocupación en la Patagonia, con un abrazo simbólico al Tren del Valle en diferentes estaciones de Neuquén y de Río Negro. El pedido fue doble, por un lado prevenir la suspensión del servicio en cualquiera instancia del recorrido.
Pero, además, en ambas provincias patagónicas reclaman la ampliación del trayecto. Esas obras estaban contempladas en el Presupuesto Nacional de este año con una partida de unos $1.600 millones. En abril el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo que la inversión “no era estratégica”. En una misiva, subrayó que la prioridad estaba puesta en “los flujos masivos de pasajeros, como en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y a los flujos masivos de cargas de más de 500 kilómetros”.
El Presupuesto 2018 que ya está en el Congreso mantiene esa lógica. Allí se menciona el Plan Ferroviario de Cargas, donde “se encuentran en renovación 1.500 km de la línea Belgrano Cargas” que va del centro al norte del país. Y, en cuanto a transporte urbano, se pone el foco en aumentar la cantidad de metrobuses y en “la Red de Expresos Regionales y el Soterramiento del FFCC Sarmiento”, obras orientadas al área metropolitana de Buenos Aires.
En Río Negro, también tienen pedidos para la Casa Rosada. En primer lugar, “rescatar el tramo que va de Bahía Blanca hasta Carmen de Patagones”, como indicaron desde la provincia a este medio. A su vez, el Tren Patagónico, propiedad del Estado provincial, que une Viedma y San Carlos de Bariloche con una frecuencia semanal, también requiere mejoras y hay un pedido de Río Negro a Nación de hace dos años para renovar vías. La solicitud llegó a la Balcarce 50 sobre el final del mandato de Cristina de Kirchner y hasta ahora no hubo respuesta. En despachos rionegrinos destacan que el servicio se sustenta en fondos exclusivamente provinciales.
Otra de las obras que espera ejecutarse es el tren que unirá Vaca Muerta con el puerto de Bahía Blanca. La inversión para llegar hasta la localidad de Añelo, cabeza del megayacimiento de hidrocarburos no convencionales, es de unos u$s500 millones y el trazado comenzaría a ejecutarse en 2018, aunque no figura en el Presupuesto presentado en el Congreso, si bien la financiación sería a través de un esquema de Partipación Público Privada (PPP).
También en la bonaerense Tandil, el intendente Miguel Lunghi (Cambiemos) pidió al Ministerio de Transporte la reactivación del tren que unía esa localidad con la terminal porteña de Constitución. La cartera de Dietrich tomó la responsabilidad de Ferrobaires, empresa que hacía ese trayecto, suspendido en rigor en junio de 2016 tras un accidente bajo la promesa de un diagnóstico que permitiera mejorar la calidad del servicio en el corto plazo. Quince meses después, sigue el suspenso.
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